
A quienes frecuentamos esas aulas seguramente nos ha pasado que en nuestra “cumbre de concentración” se nos acerca el personal de seguridad y nos dice “señorita-joven las aulas cerrarán a las
No es un favor que la universidad nos hace al asignarnos esas aulas, pues es un derecho que tenemos por ser estudiantes de la misma y la pensión que pagamos cada mes debe justificarse tanto en las cátedras que nos dan como en las comodidades con las que debemos contar para estudiar, y así optimizar nuestro desempeño. Lamentablemente, nuestras bibliotecas no tienen espacio suficiente, la cantidad de alumnos crece cada ciclo y no hay un equilibrio pues la mayoría de servicios ya colapsaron. Por esta razón, al menos para menguar un poco el tema del espacio, es que las aulas de Mc Gregor funcionar hasta las 10 de la noche como cualquier sala de biblioteca. Y es que, además de no haber mucho espacio, hay personas que tienen un horario nocturno y no pueden ni acceder a este servicio porque llegan a partir de las 6 y para ellos recién comienza el día de estudiante a esa hora. ¿Estas personas no forman parte también de nuestra comunidad universitaria?
Otro tema importante es la falta de publicidad que tienen estas aulas pues un pequeño espacio en el Punto Edu o en el blog de la PUCP resulta insuficiente. Muchas personas no están ni enteradas de su existencia y cuando se les pregunta no salen de su asombro. La idea no es “esconder” la información para evitar el colapso de las aulas pues, como señalamos, se trata de un derecho de todos por ser estudiantes.
Demostremos a los encargados que en verdad las salas de estudio sí son importantes para nosotros y exijamos que no nos pongan pretextos absurdos para impedir el uso de estas aulas en un horario más amplio.