El pasado viernes 19 de octubre se inauguró el nuevo Cafetal ubicado en la Plaza de la Memoria. Algunas autoridades de la Universidad estuvieron en el acto, mientras un grupo de estudiantes realizaba una actividad en memoria de Ernesto Castillo Páez y los desaparecidos por el Conflicto Armado Interno. Luego de su actividad, los alumnos fueron a hacer una entrega de flores en el monumento en la Plaza. Desde entonces, muchos alumnos se han mostrado disconformes con la inauguración de la cafetería. Una carta publicada en PuntoEdu por Paola Marius, Alicia Quevedo, Verónica Ayala, Melissa Navarro, Claudia Wong y Nadhya Sáenz señala:
"Sería una pena que las nuevas generaciones de alumnos identifiquen la plaza con un espacio comercial y no como lo que realmente es: un homenaje a nuestros compañeros desaparecidos en una época dolorosa."
El asunto es el siguiente: La Plaza de la Memoria fue inaugurada en diciembre del 2003 como un espacio de memoria a estudiantes de la Universidad Católica que fallecieron y que fueron desaparecidos durante la época de Violencia Política. Es un homenaje a estudiantes como Ernesto Castillo Paéz y Javier Heraud, entre tantos otros. A partir de entonces, poco fue el reconocimiento como espacio de memoria que tuvo. Este año (2007) se cerró la Plaza para remoderla. Muchos estudiantes creían que se iba a tratar de una refacción al monumento, pero no fue así. Se construyó un Cafetal en base a un acuerdo que había sobre el espacio. Junto con la construcción se produjo la remodelación del suelo y el cambio de ubicación del monumento a la memoria. La nueva edificación se yergue como el punto central de la Plaza, y el monumento se arrincona cerca a las flores.
2 comentarios:
¿ Qué soluciones proponen para cambiar esta situación? No sólo basta con pitear, sino pensar en acciones concretas y proponerlas,saber como comunicarlas.
Tanto se quejan por una simple cafeta? que gente!
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